23.3.09

♥LABIOS BELLOS, ÁMBAR SUAVE



Con sólo verte una vez te otorgué un nombre,
para ti levanté una bella historia humana.
Una casa entre árboles y amor a media noche,
un deseo y un libro, las rosas del placer
y la desidia. Imaginé tu cuerpo
tan dulce en el estío, bañado entre las
viñas, un beso fugitivo y aquel -"Espera,
no te vayas aún, aún es temprano".
Te llegué a ver totalmente a mi lado.
El aire oreaba tu cabello, y fue sólo
pasar, apenas un minuto y ya dejarte.
Todo un amor, jazmín de un solo instante.
Mas es grato saber que nos tuvo un deseo,
y que no hubo futuro ni presente ni pasado.


1 comentario:

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

A veces con el deseo basta, porque por los menos, anos acerca al objeto de nuestro deseo, así se esfume entre las manos ssu poresencia y tangibilidad. Un abrazo estrecho, encanto