Me veo sentada
junto al fuego fecundo
de un hogar compartido
con el hombre de mis sueños.
.
Esperando ya que llegue
el cielo, que tal vez merezca
(en la interior certeza
de saber que he amado
.
más allá del propio instinto
y que aún enfrentado al infortunio
encontré serena mi conciencia),
tal vez merezca
ser ungida en la frente con el óleo
y ceñir la corona de la parusía.
**Karicias**
1 comentario:
Este poema es muy bello amiga, muy bello. El hombe de tus sueños... hermoso... Abrazos del alma
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