15.10.12

Muevo mis caderas… quiero provocarte, suda la atracción tan oculta y lasciva, danzo con mi vientre elevando tu fuente, déjame bañarme en ella …¡quiero ser su afluente!. Mírame sin tabúes, deja que te muestre, como lleno mi boca rozada por los dedos, y clavo en ellos mis dientes mordiendo los sentidos, otorgando embriagante el elixir a tu cuerpo.. Dejo caer mi cabello mostrándote el cuello, libero mi plañir sin restricciones, sin estribos, recorre con tus manos lo turgente de mis pechos, a nada me estoy negando, siente mis espasmos. Tu pelvis es el reencuentro de los temblores ardientes, mi pubis son los instintos de deseos eternos, los orgasmos se liberan sublimes, acicalados, derrochando tan febriles gemidos y cálidos alientos. Tus hombros tan viriles se recuestan a mi lado, van secundando el contorno de mi fémina agazapando, y siento tu daga caliente penetrándome sin reparo, en medio de la noche llega en los dos un nuevo orgasmo. Sexualidad sin dilema, dos amantes enamorados, sin descanso noche eterna, todo el tiempo conjugando, en la sima de tu ser van recorriéndote mis labios, para empezar otra vez el camino ya trazado.

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